¿Cómo describir la mala calidad del sonido en palabras?

No todas las grabaciones digitales son malas. Ahí lo dije. No me odien, evangelistas analógicos.

Existe una línea muy delgada que pisamos en estos días para definir qué suena bien y qué no. Algunos argumentan que existen diferencias técnicas y que los pros y los contras que apuntan a la superioridad de uno sobre el otro (Análogo Vs Digital) pueden variar según su perspectiva.

A lo largo de los años, la palabra "digital" se ha convertido en un término oscuramente negativo para algunas personas en el mundo del audio. Lo entiendo, pero no siempre estoy de acuerdo con esa noción en un sentido general.

El sonido pregrabado ha estado en una montaña rusa, especialmente desde la llegada del sonido digital como medio de consumo a principios de la década de 1980. Desde los duros primeros días digitales de 16 bits hasta la masterización de 24 bits, siguiendo su camino desde las plataformas de CD a Super Audio CD (también conocido como SACD) y DVD Audio, ha habido momentos de esperanza y optimismo para las plataformas digitales.

Las cosas se pusieron feas en los días del humilde MP3 que efectivamente sacó la alfombra del buen sonido del audio por un tiempo. En un tema relacionado, hubo muchas razones por las que los CD tuvieron un gran éxito y la calidad del sonido fue solo una parte de ello, pero esa es una discusión quizás para otro artículo. Pero mientras que el MP3 era un movimiento barato y (para muchos, aparentemente) alegre, en última instancia, los oyentes se están dando cuenta de que las cosas pueden sonar mejor.

En cierto modo, hay toda una generación de fanáticos de la música que están "intensificando" su juego de escucha; curiosamente, es una especie de universo paralelo a la forma en que hice la transición de mis hábitos musicales desde que era pequeño. Quién no recuerda cuando escuchaba los cassettes en su Walkman amarilla o la emoción cuando compraste tu primer CD o más aún cuando compraste tu primer DiscMan.

La buena noticia es que hoy tenemos el potencial para escuchar un audio de gran sonido y podemos disfrutar de la música presentada en formatos PCM, DTS HD Master Audio, Dolby TrueHD y, más recientemente, Dolby Atmos.

Muchas de las transmisiones en Streaming suenan excelentes, dependiendo en gran medida de la calidad del audio proporcionado por los servicios, así como de la calidad del convertidor digital a analógico (también conocido como DAC) que utiliza el oyente. 

Escuché cosas buenas sobre los nuevos formatos de Apple que desarrolló el formato Lossless. La mayoría de las técnicas de compresión de audio pierden cierta cantidad de datos contenidos en el archivo original. La compresión sin pérdida es una forma de compresión que conserva todos los datos originales.

Apple desarrolló su propia tecnología de compresión de audio sin pérdida llamada Códec de audio Apple Lossless (ALAC). Además del formato AAC, todo el catálogo de Apple Music ahora también está codificado mediante ALAC con resoluciones que van desde 16 bits/44,1 kHz (calidad de CD) hasta 24 bits/192 kHz.

Al contrario de toda esta tecnología, y sorprendiendo a muchos en la industria, el renacimiento del vinilo comenzó a ocurrir en los últimos 10 años. Esto no me sorprendió, ya que estaba al tanto de los esfuerzos considerables de algunos audiófilos apasionados que estaban en primera línea tratando de corregir la percepción pública sobre los formatos MP3 frente a los analógicos, como los discos de vinilo. 

Los fanáticos de la música más jóvenes se han subido nuevamente al carro del vinilo por numerosas razones. Al menos en parte es porque pueden escuchar la diferencia y la mejora en el sonido, especialmente en comparación con sus viejos archivos MP3 de mala calidad de origen desconocido, así como el sonido comprometido de los servicios de Streaming.

Además, creo que los oyentes más jóvenes simplemente se están involucrando en el proceso de reproducir discos físicos. En serio, me han dicho esto incluso algunos que escuchan en tocadiscos portátiles de nivel de entrada o en esos modernos reproductores industriales hechos para usar en las escuelas en los años 60 y 70 (es algo, amigos, como los estéreos de consola retro, a algunas personas les gustan estas cosas ). 

Siempre hay margen de mejora tanto en el frente digital como en el analógico. Hay tantos factores fuera del alcance de este artículo que pueden afectar la calidad del sonido que escuchas en casa (fuentes de grabación utilizadas, técnicas de grabación empleadas, procesos de masterización, controles de calidad de fabricación, etc.).

Si bien ha habido contratiempos en el camino, con algunas versiones supuestamente de alta resolución de álbumes lanzados que no sonaron especialmente bien, sigo siendo optimista ya que hay muchos lanzamientos nuevos y reediciones que pueden sonar absolutamente fantásticos.

Una gran muestra es el álbum Blanco de los Beatles que fue creado en 1968 y que fue remasterizado en el 2009 por el productor Giles Martin, hijo del productor de los Beatles George Martin. El conjunto contiene mezclas reveladoras del doble LP original, versiones renovadas de sus demos acústicas y grabaciones inéditas. Según Martin, las sesiones de The White Album no fueron exactamente el viaje volátil que se ha fosilizado en la tradición de los Beatles.

Claro, hubo disputas, incluido Starr dejando al grupo enojado y dirigiéndose a Cerdeña en el yate de Peter Sellers, o George Harrison grabando más de 100 tomas de una canción supuestamente sobre el efecto controlador y represivo de McCartney sobre él.

Podría decirse que algunas reediciones de vinilo modernas suenan mejor que las ediciones originales. Las grabaciones restauradas digitalmente que he escuchado y que han sido procesadas a través de la tecnología Plangent Processes suenan absolutamente increíbles. Claramente, los artistas lo entienden, ya que leyendas como Bruce Springsteen, David Crosby, The Grateful Dead y muchos otros han respaldado este paso crucial en la restauración de muchas grabaciones originales y de archivo.

El objetivo de todo esto es llamar la atención sobre la noción de que hay muchas variables que afectan el buen sonido. Volviendo a la discusión inicial sobre el lenguaje, sospecho que probablemente haya mejores formas de hablar sobre lo digital de una manera educada que simplemente decir "lo digital apesta" y "lo analógico".

Cuando hablo de mala calidad en una grabación, a menudo trato de describir lo que estoy escuchando en términos no técnicos para que otros puedan entender y comenzar a escuchar los matices que quizás no hayan considerado antes.

Algunas frases que he usado para describir el sonido de un sonido mal procesado (digital o de otro tipo) incluyen:

• De bordes ásperos
• Crujiente
• Grueso
• Crudo
• Doloroso

¿Cuáles son tus palabras favoritas para describir el sonido de mala calidad?

¡Te vemos en otro blog!